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Prototype
Prototype
Lanzamiento: 12/06/09
Análisis - 17/6/2009 - autor/es: Alberto Pastor
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Con un poder terrorífico y ninguna barrera moral que frene nuestras acciones, Manhattan será pasto de la destrucción en este notable juego de acción.
Con un poder terrorífico y ninguna barrera moral que frene nuestras acciones, Manhattan será pasto de la destrucción en este notable juego de acción.
En líneas generales, Prototype se mantiene fiel a los cánones establecidos por la saga Grand Theft Auto con la salvedad, claro está, de que en este caso controlaremos a un ser con poderes sobrehumanos. El protagonista de la acción, Alex Mercer, sin saber muy bien por qué, se verá inmerso en una lucha sin cuartel contra el ejército, presuntamente culpables de su estado actual, y una horda de seres mutantes nacidos del virus que según parece, también corre por nuestras venas. ¿Pero qué efectos provoca esta infección en nuestro cuerpo? Bien, para empezar, contaremos con súper velocidad, la posibilidad de realizar saltos descomunales y, más importante si cabe, la opción de modificar genéticamente la estructura de nuestro cuerpo para convertir nuestras armas en todo tipo de letales armas con las que aniquilar sin compasión a los enemigos.
Progresivamente, conforme nos hagamos con la energía genética que dejarán caer todas nuestras víctimas, podremos comprar mejoras de todo tipo como si de un juego de rol se tratara. Así, por ejemplo, podremos mejorar nuestra capacidad de esprintar a mayor velocidad, podremos realizar saltos más largos y aprender incluso a planear, aumentar nuestro nivel de salud; por supuesto, no faltarán tampoco nuevas opciones de ataque que se traducirán en mortíferas y espectaculares herramientas de combate que podremos usar durante la partida (ya sean pinchos, una especie de látigo, brazos que golpearán como brutales mazas…); también podremos mejorar todas estas “armas" y, por qué no, nuestras habilidades para pasar desapercibidos entre los militares (porque los mutantes no caerán en este tipo de engaños) con opción a convertirnos en nuestros enemigos sin que nadie se dé cuenta de ello.
En este punto, aunque llegará un momento en el que nos habremos hecho con todas las modificaciones genéticas posibles, sí es cierto que en los primeros compases de la partida podemos adaptar la evolución de Alex Mercer al estilo de juego que queramos desarrollar. De este modo, si optamos por la vía del sigilo, las opciones de mejorar la movilidad del protagonista, así como la opción de apoderarse de la identidad de los rivales de forma sigilosa (de otro modo este trámite resulta realmente sangriento, cruel y ruidoso) nos serán de gran ayuda. Pero este mismo tipo de habilidades pueden permitirnos, por ejemplo, que robemos un helicóptero o un tanque de forma sigilosa y, con estos, ya podamos iniciar la “fiesta" en las calles de Manhattan disparando a diestro y siniestro. Las opciones serán realmente amplias aunque, no nos engañemos, al final todo en Prototype girará en torno a los combates masivos contra decenas y decenas de enemigos a la vez.
Gracias a un sistema de control muy eficiente, en cuestión de minutos nos veremos lanzando objetos a helicópteros que no dejarán de lanzar misiles sobre nuestra posición mientras, para esquivar estos ataques, nosotros trepamos por las fachadas de los edificios (más bien corremos sobre las mismas) y saltamos de tejado en tejado. Como decimos, Radical ha sabido crear un sistema de control sencillo a la par que complejo (dominar al completo las habilidades de Alex Mercer requerirá práctica) en el que se combinarán las acciones cuerpo a cuerpo, con las clásicas combinaciones de botones para encadenar golpes, con la opción de coger objetos y armas de fuego con los que atacar a los enemigos desde la distancia (tenemos la opción de fijar blancos, algo realmente útil). Las distintas habilidades de Alex Mercer se encontrarán en un menú radial a través del cual podremos seleccionarlas rápidamente, aunque también tenemos la opción de acceso rápido a determinadas habilidades como el escudo, el disfraz, etc.