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Prototype 2
Si hablamos de esta última opción, la del disfraz, ésta hace referencia a nuestra habilidad para usurpar la identidad de cualquier personaje del juego. Para ello, podemos agarrar al incauto en cuestión y absorber su vida (algo que nos permitirá restaurar la salud) de forma escandalosa, como decíamos antes, o hacerlo de forma sigilosa acercándonos por detrás para agarrarlo desprevenido (ésta es una de las mejoras que tendremos que adquirir). Realizada esta acción, Mercer abandonará su forma original y tomará la apariencia de su víctima. Gracias a estas artimañas, nuestro protagonista podrá evadir los controles militares, salvo que éstos cuenten con detectores de infectados, algo que nos hará calentarnos la cabeza para pasar por la zona sin hacer sonar las alarmas, o evadir las persecuciones si logramos cambiar de apariencia sin que nadie nos vea.
En este caso, el sistema de persecución también se mantiene fiel a los cánones del género. Así, bastará que realicemos diversas acciones que delaten nuestra posición para que, en cuestión de segundos, tengamos a gran parte del ejército tras nosotros. Habrá además varios enemigos, así como aviones sin pilotos, que avisarán a unidades de apoyo especial para que nos cacen, algo que podemos impedir si acabamos con estas unidades antes de que realicen el llamamiento (si no lo logramos, tocará lidiar con estas tropas especiales). Pero también podemos, por mal que suene, acusar a otros inocentes de ser infectados (siendo nosotros militares) para que todas las miradas se centren en ellos y nosotros podamos pasar desapercibidos.
Con todas estas opciones al alcance de la mano, Prototype cuenta con una treintena de misiones principales que, como decíamos, se regirán por la abundancia de combates contra decenas de enemigos. Al respecto, el equipo de desarrollo ha logrado crear una curva de dificultad perfecta, presentándonos progresivamente misiones más difíciles en las que no solo aumentará el número de enemigos que nos saldrán al paso sino también, la variedad de éstos (dependiendo de este detalle, unas tácticas resultan más efectivas que otras). También, las misiones mostrarán un ritmo trepidante así como un nivel de variedad más que decente siempre, como decíamos, sin salir de las situaciones centradas por completo en los combates: habrá momentos en los que simplemente tengamos que destruir varias posiciones enemigas, en otras apoderarnos de los cuerpos de determinados personajes; habrá momentos en los que deberemos evitar hacer sonar las alarmas para infiltrarnos, combates contra “jefes finales", etc.
A estas misiones, que en principio superaremos en unas 10 horas dependiendo de lo rápido que vayamos, hay que sumar una importante cantidad de misiones secundarias de toda clase. A éstas accederemos durante nuestros paseos por Manhattan, teniendo la oportunidad de mejorar puntuaciones en las mismas para obtener más energía genética. En cuanto a las misiones, las habrá de todo tipo, como decíamos. Así, habrá objetivos centrados en la aniquilación de un número determinado de infectados o militares haciendo uso de un arma concreta en un tiempo establecido, o lo mismo con vehículos; también tendremos que realizar una especie de carreras contra el crono trepando edificios o saltando obstáculos, así como intentar caer sobre un punto concreto realizando saltos kilométricos.
Por otro lado, aunque la historia se nos irá narrando entre las misiones principales, también ampliaremos nuestros conocimientos sobre la misma localizando a los más de cien peatones que se encuentran repartidos por la ciudad y que tras ser absorbidos, nos facilitarán parte de sus recuerdos. También, hasta 200 orbes y 50 orbes especiales (con consejos) nos esperan por toda la ciudad, lo que como podéis comprobar, satisfará a los usuarios ávidos de explorar a saltos una gran ciudad como Manhattan. El problema en este punto es que la historia no resulta del todo clara ni tampoco lo suficientemente atractiva como para mantenernos pegados a la pantalla con el único fin de conocer más acerca de Alex Mercer y su pasado. Este hecho puede lograr que más de uno se sienta cansado de andar corriendo de un lado a otro de la ciudad matando a los enemigos; pero esto es algo muy subjetivo ya que en cambio, otros disfrutarán de lo lindo realizando todo este tipo de acciones. Sin embargo, como decimos, la historia daba para muchísimo más de lo que resulta ser al final, aunque esto no significa que sea desastrosa: es interesante, está bien contada, y tiene el suficiente interés como para medio implicarnos en la misma.